Como detectar a una persona normal

Mucha gente pasa su vida sintiéndose diferente a pesar de que hacen lo mismo que otras personas normales.
La idea es poner las características de las personas normales para que podamos identificarles.
Es importante para que saquemos el mayor provecho de ellas, y que ellas entiendan que son normales aunque los demás les parezcan todos idiotas.

Fácil. Solo yo soy superior.

FS3CSHVRD escribió:Fácil. Solo yo soy superior.

Estoy de acuerdo.

El que calla otorga, perdiste un tiempo.
Discrepo con otorgar, pero lo perdiste igual.

Neurotípicos vs. neurodiversos:

Me siento neurodiverso, siempre he tenido "criterio propio" además he intentado inculcarlo a las personas de mi entorno. Es una de las cosas que le dan sabor a la vida, el no dejarse guiar por una multitud e intentar encontrar darle un sentido personal a la vida.

Desde luego NO pienso por eso, que la vida de los Neurotípicos sea aburrida, porque ya nos da motivos por los que alegrarse, luchar y dar algún sentido. Entonces no tratarlos como un ser inferior, simplemente otra forma de ver el mundo.

Si para ser Neurodiverso, y SER Neurodiverso implica un sufrimiento que no todo el mundo puede comprender, ya no sé en cual bando se vive mejor.

Desde luego NO cambiaría mi forma de ser y sentir, aunque sí saber y elegir con quien compartir la vida.

Nadie elige verdaderanente nunca nada. Cada persona posee una experiencia intransferible con la que patina delicada y sutilmente por el abismo negro e infinito de la realidad. Separado ontológicamente de todos los demás y unido metafísicamente a todo, cada sujeto transita la vida montado a lomos de su auto-concepto y —cultura mediante— creando una experiencia sobre su experiencia que le aleja del mundo natural y estrecha los barrotes de su conciencia cercenada por su pensamiento, gritado como propio, pero operado como cárcel hasta su conducta.

Y así, regalamos conceptos, ideas y ejemplos; críticas y argumentos; filosofía y ciencia; enseñanza y, excepcionalmente, desaprendizaje. Pero antes, durante y después, a cada paso que damos sobre el camino de gloria que faculta la imaginación humana, nos acompaña un precipicio que nos recuerda que algún día nos quedaremos a solas con nuestra conciencia. La guadaña de la muerte que crece con nuestra ignorancia y cinismo.

Que pasen Hegel y Heidegger, Kant y Aristóteles o Foucault, Derrida y Peirce para poder mirar a la muerte como una parte indisociable de nuestro camino hacia el miserable teatro de símbolos de nuestra cultura; dejando que se manifieste con toda su integridad para poder reconocerla en nosotros, darle honesta y valientemente la mano y finalmente apuñarlarla.

No tiene mucho misterio. La "normalidad" no es más que hacer medias poblacionales de no sé cuántas cosas, donde más gente haya en la campana de gauss restante, esa es la normalidad. Ni qué mencionar que esa "normalidad" va cambiando (y mucho) con el tiempo.