¿Se puede crear un código deontológico para la educación?

Veo algunas lagunas en la profesión pedagógica, una de ellas la falta de unos fundamentos desde los que comenzar a trabajar. Existen diferentes documentos en los centros en los que en cierto sentido se habla de los principios y fines que se pretenden, sin embargo, son poco conocidos y usados, muy generales y, en definitiva, poco prácticos.

Buscando en internet he encontrado esto

http://www.mecd.gob.es/revista-cee/pdf/n16-tiana-ferrer.pdf

La verdad es que no me gusta mucha, porque tiene las mismas características que antes criticaba.

¿Podríamos crear, desde este foro, un código ético para actuar profesionalmente?

No lo sé, pero se puede intentar. Cuanto menos puede servir para aclarnos a nosotros mismos las ideas sobre que es "ser buen profesional" o "actuar con profesionalidad".

Quizás uno de los puntos puede ser:

"Fundamentar en conocimientos científicos asentados y comprobados nuestra actuación pedagógica".

Creo que es muy oportuno también tener en cuenta el imperativo categórico de la ética kantiana: obrar de tal manera que nuestras acciones puedan realizarse a nivel universal, o, en otras palabras, actuar como todo el mundo debería actuar.

Me parece una buena base, como criterio para seleccionar que puntos se deberían incluir o excluir.

A partir de ahí, algo se tendría que corregir en el punto que he propuesto, ya que no tiene en cuenta la necesidad de investigación y experimentación.

Lo que se dice en el pdf se podría tuitear usando los principios que están en negrita hacia el centro del texto. ¿Crees que el desarrollo integral del alumno y el desarrollo del sentido crítico no llevan implícitos la investigación y la experimentación?

Me parecen buenos pricipios, pero creo que son demasiado generales y ambiguos, lo que en la práctica los hace poco funcionales.

Por otro lado, la experimentación e investigación son aspectos a enseñar (objetivos educativos de los de la antes). Crear una mentalidad científica y crítica, alejada de dogmatismos me parece un valor en si mismo. Incluso creo que es un metodología muy interesante: el aprendizaje por descubrimiento. Sin embargo, poner en un código ético el uso de una única metodología, o primarla sobre las otras igualmente válidas, me parece que limita mucho la actuación y la restringe a una única dimensión del desarrollo (por ejemplo no me parece aplicable al aprendizaje artístico, donde quizás una mentalidad crítica no permita apreciar aspectos subjetivos muy interesantes).

Pero desde la perspectiva docente, desde la actuación del profesor, no sé muy bien como se puede conjugar el uso de metodologías asentadas científicamente (con el fin de evitar métodos "geniales" y poco fundamentados que se ponen de moda cada poco), con la necesidad de realizar una labor de investigación y experimentación y crear a su vez nuevo conocimiento en nuestro campo (sin olvidar que la labor pedagógica tiene mucho de confrontación con la realidad y modificación y reformulación de planteamientos iniciales).

Si los tienes interiorizados, no creo que sean ambiguos. Deberían impregnar todas nuestras acciones.
Ahora se sigue hablando de objetivos, pero también de competencias, y en los nuevos currículos se hace hincapié en experimentar. En realidad siempre tenían que haber estado ahí, en la praxis. Hablas de mentalidad científica, crítica, alejada de dogmatismos. Estoy de acuerdo, cómo no. Hablas del aprendizaje por descubrimiento, también se habla del aprendizaje por proyectos, o del aprendizaje por la fascinación. Porque se aprende lo que se quiere, lo que llama la curiosidad, llaman los retos, lo significativo y cercano. Como comentas, no hay metodología milagrosa. Son tantos los perfiles de los alumnos, tanto en capacidad, estilo de aprendizaje, entorno, como interés, voluntad, etc, que sería iluso pensar que existe una única forma de aprender, ideal y común para todos. De todos modos la neurociencia avanza también en su aplicación al mundo de la enseñanza, y sus descubrimientos han de producir cambios relevantes en el futuro.

Como deseos son muy buenos, pero no sé cómo se puede decidir si se cumplen o no, ¿cómo sabemos si las actuaciones concretas se ajustan o nó a esos principios?. Un código ético, tiene que tener influencia sobre las actuaciones, en el sentido de discriminar unas de otras, la actuación ética de la que no lo es.

Se me ocurre que un buen punto de ese código ético, copiando al código médico sería

"No realizar actuaciones que puedieran perjudicar a los alumnos"

A ver si consigo expresarlo.

Asumir que el profesor no enseña sino que el alumno aprende. Es decir, el aprendizaje no es una obra del profesor sino del alumno, y el profesor ayuda a que ocurra, motivando y eliminando barreras y proporcionando contenidos de calidad. Digamos que el papel de profesor con el alumno es de comadrona y como tal tiene mucho que aportar.

El sistema no debería decidir cuál es el ritmo y encajar a todos los niños en ese ritmo, sino ayudarles a todos a desarrollarse al ritmo que resulte más natural para cada uno. Esto, por desgracia, suena revolucionario, pero es lo que me dice el sentido común.

Disperso escribió:A ver si consigo expresarlo.

Asumir que el profesor no enseña sino que el alumno aprende. Es decir, el aprendizaje no es una obra del profesor sino del alumno, y el profesor ayuda a que ocurra, motivando y eliminando barreras y proporcionando contenidos de calidad. Digamos que el papel de profesor con el alumno es de comadrona y como tal tiene mucho que aportar.

El sistema no debería decidir cuál es el ritmo y encajar a todos los niños en ese ritmo, sino ayudarles a todos a desarrollarse al ritmo que resulte más natural para cada uno. Esto, por desgracia, suena revolucionario, pero es lo que me dice el sentido común.

¿Podríamos expresarlo de esta forma?
- Respetar los ritmos de aprendizaje e idiosincrasia del alumno.

Respetar su tiempo libre, su derecho a socializar, a su vida familiar y a aburrirse.
Aburrirse es esencial.
Tumbarse en el sofá también.

Albedrío, está bien para resumir el segundo párrafo. En el primero se trata de reconocer que aprender es un acto que sólo puede hacer el alumno, para enfocarse en poner los medios para facilitar ese trabajo.

Yomisma, me apunto a lo del derecho a aburrirse.

¿Aburrirse? ¿Qué es eso?

Primer principio fundamental de la educación en la escuela:

- La escuela debe responder a las necesidades educativas y no estrictamente educativas de educandos y educados, respetando la diversidad neurocognitiva, social y cultural, aceptando las diferencias interindividuales. ( by Albedrio and Homo divergenticus, 2016).

Que la escuela, el aprendizaje y su resultado sean más parecidos a esto:


Que a esto: